Aqui está mais uma vez, em meu blog, o grande Jorge Luis Borges. Boa leitura neste final de semana a todos vocês!
Martín Fierro
Jorge
Luis Borges
De
esta ciudad salieron ejércitos que parecían
grandes y que después lo fueron por la magnificación
de la gloria. Al cabo de los años,alguno de los soldados volvió
y, com un dejo forastero, refirió
historias que le habían
ocurrido en lugares llamados Ituzaingó
o Ayacucho. Estas cosas, ahora, son como si no hubieran sido.
Dos
tiranías
hubo aquí.
Durante la primera, unos hombres, desde el pescante de un carro que
salía
del mercado del Plata, pregonaron duraznos blancos y amarillos; un
chico levantó
una punta de la lona que los cubría
y vio cabezas unitarias com la barba sangrienta. La segunda fue para
muchos cárcel
y muerte; para todos un malestar, un sabor de oprobio en los actos de
cada día,
una humillación
incesante. Estas cosas, ahora, son como no hubieran sido.
Un
hombre que sabía
todas las palabras miró
con minucioso amor las plantas y los pájaros
de esta tierra y los definió;
tal vez para siempre, y escribió
con metáforas
de metales la vasta crónica
de los tumultuosos ponientes y de las formas de la luna. Estas cosas,
ahora, son como si no hubieran sido.
También
aquí
las generaciones han conocido essas vicisitudes comunes y de algún
modo eternas que son la materia del arte. Estas cosas, ahora, son
como si no hubieran sido, pero en una pieza de hotel, hacia mil
ochocientos sesenta y tantos, un hombre soñó
una pelea. Un gaucho alza a un moreno con el cuchillo, lo tira como
un saco de huesos, lo ve agonizar y morir, se agacha para limpiar el
acero, desata su caballo y monta despacio, para que no piensen que
huye. Esto que fue una vez vuelve a ser, infinitamente; los visibles
ejércitos se fueron y queda un pobre duelo a cuchillo; el sueño de
uno es parte de la memoria de todos.